Estas áreas se caracterizan por cambios estacionales significativos y recurrentes inundaciones, lo que las convierte en zonas vitales para el equilibrio del ciclo hídrico. El proyecto abarca 42,896 hectáreas en la Serranía, Puerto López (Meta), y busca el manejo sostenible, la restauración de hábitats degradados, la conservación de especies amenazadas, y la mejora de la conectividad del paisaje. A través de la participación comunitaria, se implementan prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, restauración de ecosistemas, y capacitación ambiental para armonizar la conservación de la biodiversidad con el desarrollo productivo y social.